Una estancia perfecta! El apartamento estaba impecable, la cama súper cómoda y la cocina equipada hasta con la sartén para hacer tortitas a medianoche. El pueblo es una belleza y la iglesia. una maravilla. María, ¡una joya! El desayuno, ¡mmmm! Volveré sin duda.

El aire acondicionado no era suficiente para combatir el frío y el agua caliente duraba tan poco que tuve que hacer malabarismos para ducharme. Además, la variedad gastronómica del pueblo era tan emocionante como el menú de un estudiante universitario.

La tranquilidad que te permite desconectar de la rutina y estres diario. El mobiliario y decoracion estilo rustico-campero y con sabor anejo que nos permite imaginar como podian vivir nuestros ancestros, pero con ciertas comodidades de la vida moderna (TV pantalla plana, chimenea de hierro....). El trato amable del personal.

La parte de abajo de la casa donde yo estaba alojada desprendia cieto olor a humedad, pero a las 2 minutos ya apenas lo percibes.

Es una casa rural preciosa, completamente restaurada por dentro, todo nuevo y limpio, con profusión de madera y detalles de hogar rural, incluida salamandra de leña. Silencio y tranquilidad asegurados.

Está situado en una bonita calle empedrada al lado de la iglesia, pero la entrada a la calle es un poco angosta.

La decoración de Casas De Romaria es simplemente encantadora. Cada rincón tiene un toque tradicional portugués que te transporta a otra época. Además, las áreas comunes son accesibles y adaptadas para personas mayores como yo, lo cual hizo que mi estancia fuera muy cómoda.

Lo único que pediría para unas vacaciones aún mejores para personas mayores es que los jóvenes que trabajan allí estén más atentos a nuestras necesidades.

nuestra estancia en casas de romaria en brotas fue simplemente maravillosa. maría, la señora que nos atendió, fue amable y encantadora en todo momento. nos sorprendió con deliciosas mermeladas caseras para el desayuno. la decoración del alojamiento es exquisita, con detalles antiguos y objetos tradicionales que nos cautivaron. el pueblo de ciborro también nos conquistó con su tranquilidad, arquitectura y hermosos paisajes. sin duda, una experiencia que superó nuestras expectativas. volveremos sin pensarlo dos veces.

Hicimos de todo: paseos en bicicleta, tours a pie, y nos divertimos como nunca. Nos encantó la privacidad de las casas, solo compartiéndolas con nuestro grupo. Además, Maria, la anfitriona, fue la mejor. Siempre atenta y amable, nos hizo sentir como en casa. Definitivamente, fue una experiencia inolvidable.

Solo hubo una cosa que echamos en falta como jóvenes que disfrutamos de la fiesta. Nos hubiese gustado tener un área de entretenimiento o un lugar para reunirnos con otros huéspedes y socializar.

La estancia fue genial! Primero fuimos de excursión en bici por los alrededores y luego hicimos una ruta de senderismo. ¡Fue súper divertido! Después, regresamos al hotel y tuvimos toda la piscina para nosotros solos. ¡No paran de sorprendernos!

Lo único que echamos en falta fueron opciones de entretenimiento nocturno. ¡Nos hubiera encantado tener un bar o discoteca cerca para ir de fiesta después de un día tan divertido!

Las mermeladas caseras son deliciosas. El desayuno es variado y abundante. El pueblo tiene una hermosa iglesia. Las casas son acogedoras y están muy limpias. La anfitriona es amable y atenta.

Lo mejor de este hotel fue la amabilidad del personal. Nos hicieron sentir muy bienvenidos y estaban siempre disponibles para ayudar. Además, el desayuno fue fantástico, con una amplia selección de platos caseros deliciosos. La limpieza de las habitaciones también fue impecable y las instalaciones del hotel estaban en perfecto estado. Además, la ubicación era muy conveniente, con fácil acceso al transporte y un hermoso entorno rural que disfrutamos explorar.

Nada en absoluto de lo que quejarse.

La aldea de Brotas es encantadora, con varias casas rústicas y limpias. La casa que nos tocó estaba al lado de la Iglesia, en un lugar muy especial. Disfrutamos solos la piscina durante los dos días. María, la encargada, es super amable, prepara unos desayunos fabulosos y siempre está atenta a cualquier necesidad. Hay muchas actividades para niños y adultos y te sumerges en la historia del entorno rural. Altamente recomendable.

Me sentí realmente bien recibido, no me puedo quejar.

Elegí este hotel para asistir a una feria comercial y realmente disfruté de las instalaciones y servicios que ofrecía. El personal fue amable y servicial, y encontré todo lo que necesitaba para mi estancia. Además, la ubicación en la pintoresca aldea de Brotas fue perfecta para escapar del bullicio de la ciudad y disfrutar de la tranquilidad y belleza natural de la zona.

Me hubiera gustado contar con un servicio de internet más rápido y confiable para poder trabajar de manera más eficiente durante mi estancia. Sin embargo, esto no afectó en gran medida mi experiencia en general.

Una base tradicional y hermosa en el campo, con estacionamiento gratuito y desayuno, a solo una hora de Lisboa. Durante nuestra estancia, disfrutamos de la hermosa villa amueblada con estilo tradicional. El ambiente acogedor y el excelente servicio hicieron que nos sintiéramos como en casa. La villa con aire acondicionado tenía una sala de estar espaciosa y dos dormitorios separados, perfectos para nuestra familia. Además, la cocina estaba equipada con todo lo necesario para preparar nuestras comidas. El desayuno gratuito y el wifi gratuito en las áreas comunes fueron detalles adicionales que valoramos mucho. Y no podríamos dejar de mencionar las actividades divertidas en la propiedad, como la pintura mural y la cerámica.

La señal wifi solo llega al entorno de la casa principal y no a las otras casas.

La villa es realmente acogedora y cómoda, perfecta para relajarse después de un largo día de turismo. Las habitaciones tienen todo lo necesario para descansar bien, y la cama es realmente cómoda.- Me encantó la sala de estar, es un lugar perfecto para relajarse y descansar.- El aire acondicionado en todas las habitaciones fue realmente fantástico, especialmente durante los días calurosos.

Aunque la cocina está bien equipada, encontré que la nevera era un poco pequeña para nuestras necesidades.

Las casas tienen un encanto especial y están bien decoradas. La propietaria, María, es atenta y amable. Además, el desayuno con mermeladas caseras es espectacular. La piscina, separada de las casas, es muy especial.

Estaba como en casa, no tengo ninguna razón para quejarme.

Durante mi viaje de negocios a Brotas, tuve la oportunidad de hospedarme en la Villa Casas De Romaria, elegida por mi director. La villa cuenta con una hermosa piscina con vistas y una chimenea, lo que brinda un ambiente acogedor y relajante. Además, la piscina estacional estuvo abierta desde mayo, lo cual fue perfecto para disfrutar de un chapuzón refrescante. pude disfrutar del confort y calidez de la chimenea, especialmente durante las noches frescas. Estas características agregaron un toque especial a mi estancia y me permitieron desconectar del trabajo.

A pesar de que había aire acondicionado y un calefactor eléctrico, hacía un poco de frío.